
No confundir lead calificado con lead cualificado
Iván Botero
- May 29, 2025
No te confundas
¿Estás confundiendo calificar un lead con cualificarlo?
En el mundo del marketing digital, muchos confunden el proceso de calificar (scoring) un lead con realmente cualificarlo. Es común pensar que si alguien responde en un formulario que necesita cierto servicio, lo quiere pronto y tiene presupuesto, entonces ya está listo para comprar. Pero eso solo es scoring: un sistema que asigna un valor numérico a un lead según su encaje con nuestros criterios ideales. ¿Importante? Claro. ¿Suficiente? Para nada.
Hacer scoring es identificar si ese lead podría ser un buen cliente. Es una fotografía rápida de su perfil y su intención declarada. Pero cualificar implica mucho más: es un proceso de dar información e interactuación de calidad. Un proceso activo y profundo de validación. Es entender si ese lead realmente tiene una necesidad que nuestra solución resuelve y proveerlo de atención para que su disposición a la compra sea mayor, si está en la etapa adecuada del proceso de compra y si hay una coincidencia real entre lo que ofrecemos y lo que necesita.
Un lead puede tener un excelente puntaje por decir que quiere contratar pronto, pero cuando se conversa con él, resulta que aún está explorando opciones y ni siquiera entiende bien cómo funciona nuestro servicio. En cambio, otro lead con menor score quizás ya investigó, comparó y está listo para tomar una decisión. Por eso, la interacción, la calidad y orientación de los lead magnet (gancho que atrae), el seguimiento consultivo y el análisis cualitativo son claves para la cualificación.
La diferencia entre calificar y cualificar está en el nivel de profundidad. El lead scoring es automático, rápido y útil para filtrar, pero la cualificación es estratégica: determina dónde vale realmente la pena invertir el tiempo comercial. Ambas herramientas se complementan, pero nunca deben confundirse. Calificar filtra, cualificar convierte.
En resumen, hacer preguntas cerradas no es cualificar. Es apenas el inicio. El verdadero proceso de cualificación ocurre cuando entendemos el contexto, los retos y el nivel de decisión de ese prospecto. Y eso solo lo logramos con atención, experiencia y conversación real.
